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Entrevista a Rosa María Sanz, gerente de AdEla: “La ELA nos puede tocar a todos”

Hoy, queremos mostraros una entrevista que realizó la empresa Kousa a nuestra gerente, Rosa María Sanz, cuando hace unos días nos visitaron en nuestra sede.


Gracias a la asociación AdEla, en Kousa hemos podido conocer más a fondo la Esclerosis Lateral Amiotrófica (más conocida como ELA). Una enfermedad que, por desgracia, cada día sufren más personas. La organización recibió el año pasado un 92% de afectados más que en 2015. Para aclarar nuestras dudas, nos recibió Rosa María Sanz, gerente de la asociación, que nos explicó lo duro que es convivir con la ELA, pero lo satisfactorio que es para ella poder ayudar a cientos de enfermos.

“Es una enfermedad muy cruel porque vives encerrado en tu propio cuerpo, pero con el intelecto perfecto”, cuenta Rosa al empezar nuestra charla. Los enfermos han de aceptar “continuas pérdidas hasta que se quedan paralizados en una cama, moviendo tan sólo los ojos”. Y es que la ELA debilita los músculos progresivamente, produce atrofia en la lengua e insuficiencia respiratoria, entre otros problemas. De tres a cinco años es la esperanza de vida para los que la padecen.
Pero sin duda, el mayor problema es que no hay solución. ¿El motivo? El desconocimiento por parte de investigadores. Nadie sabe, de momento, de dónde viene este problema… y mucho menos cómo erradicarlo. “Hoy eres tú y mañana puedo ser yo. Nos puede tocar a cualquiera”, dice la gerente. Al existir esta enorme duda, no hay un tratamiento que acabe con él. La ELA llega cuando llega, sin avisar. No obstante, los hospitales de España se preparan y algunos centros públicos ya disponen de unidades especializadas.

De 60 a 30: cada vez más jóvenes

Rosa se queda impactada por la precocidad de la enfermedad: “cada vez acuden a nosotros enfermos más jóvenes… de 27, 30, 41. Antes la media estaba entre 60 y 70 años. No tengo explicación para este cambio”.

Ante la falta de explicaciones científicas, una de las tareas más importantes de enfermos y asociaciones es visibilizar la ELA. Rosa se muestra satisfecha con este aspecto. “Hasta ahora a la gente le daba apuro salir a la calle en silla de ruedas. Ahora los pacientes son más activos”, señala. Cada vez está más a la orden del día, en parte gracias a la difusión en medios de comunicación. Hace unos meses, un caso concreto conmovió a parte de la sociedad. Un enfermo grabó su propio suicidio ante la imposibilidad de tener una muerte digna.

AdEla apoya este derecho. Rosa lo aclara diciendo que cuando a un enfermo le hacen la traqueotomía, el médico pregunta si tiene a alguien que le atienda 24 horas o recursos económicos para mantenerse. Si la respuesta es ‘no’, los médicos no pueden hacer la operación. “Si no tienes recursos y la sanidad pública no te los da, no tienes derecho a seguir viviendo. Tienes que elegir irte”, añade contundentemente la responsable.

España, en la lucha, aunque “las asociaciones cubren las carencias de la sanidad pública”

Uno de los principales problemas de España respecto a la atención a personas con discapacidad es la Ley de Dependencia. No se trata de una única ley puesto que cada Comunidad Autónoma la aplica en función de sus posibilidades y recursos. Así, por ejemplo, en Ibiza se aplica de manera más efectiva que en Andalucía. “Queremos una ley única. Son necesarios cuidadores, fisioterapeutas, psicólogos… Las asociaciones cubrimos las carencias de algunas comunidades”, reivindica Rosa María Sanz.
España combate las enfermedades neurodegenerativas con un plan de abordaje diseñado el pasado año. AdEla, colaboradora en este plan, está “contenta” con él. Pero la gerente de la asociación reitera que la distribución de las competencias en sanidad hace imposible que se pueda aplicar. Sin embargo, se muestra “esperanzada” respecto a 2019 gracias al apoyo de la Comunidad de Madrid: “esperamos poder atender a todos los enfermos”.

“En AdEla somos todo mujeres con ganas de mejorar la vida de enfermos y familias”

Rosa destaca la importancia de asociaciones que conozcan “cien por cien” el problema. “El objetivo es ayudar y sentirnos satisfechas de hacer algo útil. Queremos mejorar la calidad de vida de enfermos y familias”, dice.
Y para cumplir con sus objetivos, la entidad ofrece numerosos servicios y equipamiento debido a que muchos enfermos carecen de capacidad económica para costeárselos por ellos mismos. Destacan sus servicios de psicología, logopedia, fisioterapia, formación para cuidadores y familias, servicio de asistencia a domicilio o ayudas técnicas.
Además, AdEla puede presumir de tener y de haber tenido a grandes figuras a su lado. La Reina Letizia es su Presidenta de Honor, tras heredar el cargo de la Reina Sofía. Desde la asociación confían en que “pronto” les haga un hueco en su agenda. También contaron con el apoyo del que fue el mayor exponente de esta enfermedad. El físico y cosmólogo Stephen Hawking, fallecido tras padecer ELA 55 años, apoyó directamente a la asociación. Sin embargo, padecerla más de medio siglo no es lo habitual. “Él disponía de unos recursos y medios que el resto de pacientes no se pueden permitir”, explica la gerente.
Entre los muchos eventos que organiza AdEla para recaudar fondos, la organización destaca torneos golf, de pádel, rutas o comidas.

“Las cosas materiales no importan cuando vives todo esto”

A Rosa le brillan los ojos cuando le preguntamos cómo vive ella personalmente su trabajo en la asociación: “me emociono cuando un enfermo me dice que hoy ha sido el día más feliz de su vida y te da las gracias porque se ha sentido lleno cuando ha hecho algo que le ha ilusionado”.
Le es imposible quedarse con un caso concreto. “Cada uno es una lección de vida y las cosas materiales dejan de tener valor cuando vives todo esto. Recuerdo a un chico que se casó en la cama del hospital, a una niña que ya había perdido a su padre y su madre murió después de ELA, a un enfermo que montó una fiesta porque su final estaba cerca o el caso de un futbolista al que sus compañeros montaron una fiesta para despedirle”, cuenta con emoción.
Rosa lo tiene muy claro y lo repite hasta en varias ocasiones: “Todos, todos, todos, todos, todos son un ejemplo y una lección de vida. Valientes y luchadores”.
Fue un placer charlar con ella unos minutos. Desde Kousa, agradecemos su tiempo, amabilidad y la lección que nos dio con sus palabras de agradecimiento a los que, a día de hoy, son una parte fundamental de su vida: los luchadores contra la ELA.

 

 

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