Tiene el tamaño de una pequeña caja de bombones pero en su interior guarda un dispositivo electrónico capaz de controlar la contracción de los músculos de la caja torácica. Su creadora se llama Beatriz Ramis y es una joven estudiante de la Universidad de Valladolid que acaba de recibir el Premio YUZZ a la Mejor Iniciativa Impulsada por Mujeres.
Este Sistema Nervioso Auxiliar manda una señal a través de los nervios que llega al pulmón. “Está enfocado a contraer el diafragma y asistir en la respiración a pacientes que no se valen por sí mismos o están recuperándose de una operación”, asegura la propia Beatriz Ramis.
El dispositivo aún se encuentra en fase de desarrollo pero entre sus múltiples usos vendría a sustituir los “grandes pulmones de acero” que utilizan, por ejemplo, pacientes de Esclerosis Lateral Amiotrófica. “Nuestra startup quiere competir con esas grandes máquinas de tal manera que el enfermo no tenga que dormir en ellas sino que llevando consigo este pequeño dispositivo podría desarrollar una vida más tranquila”, continúa la joven estudiante.
Este Sistema Nervioso Auxiliar, que podría aplicarse a cualquier paciente que sufra una enfermedad neurodegenerativa, ofrece la ventaja de que es indoloro ya que no sigue un procedimiento invasivo.
Beatriz Ramis matiza que su empresa necesitaría “unos 150.000 o 160.000 euros” para poder sacar adelante este proyecto con el que actualmente está realizando varias pruebas médicas en el Hospital 12 de Octubre. Para ello cuenta con la ayuda de dos neurólogos, Víctor Argamayo y Javier Barios, y el neumólogo Javier Sayas. Tras la falta de interés de empresas españolas, se encuentra en conversaciones con varias corporaciones extranjeras para su puesta en marcha en el menor tiempo posible.
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