Un estudio piloto llevado a cabo por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Lleida (IBLleida), la Universitat de Lleida (UdL) y el Instituto Catalán de la Salut Lleida, ha confirmado que las personas que sufren ELA presentan una composición alterada de las grasas en las células de la médula espinal.
Para obtener estos resultados se ha trabajado con muestras de unos 30 pacientes del Hospital Universitario Arnau de Vilanova (HUAV), el Hospital Universitario de Santa María (HUSM) y el Hospital de Bellvitge.
“Hemos visto cómo la fabricación de un tipo especial de grasas, denominadas éter-lipids, podría estar alterada en los enfermos de ELA”, explica el investigador responsable y profesor de la Universitat de Lleida, Manel Portero. “Observamos una disminución de su concentración. Desconocemos si resolviendo este problema podremos ayudar a los pacientes, pero es una nueva vía potencial de actuación para descubrir nuevas dianas de actuación de cara a desarrollar posibles fármacos”, añade.
“Hemos demostrado que dentro de los tejidos afectados por la ELA hay cambios en los lípidos y que podrían estar relacionados con la velocidad de la enfermedad o incluso en su causa. Hay que continuar investigando”, finaliza Portero.
El estudio ha contado con la colaboración del Instituto Catalán de la Salud, la Fundación Instituto Universitario para la investigación a la Atención Primaria de Salud Jordi Gol y Gurina (IDIAPJGol-Atención Primaria Lleida), el Hospital Universitario de Bellvitge, el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), la Universitat de Barcelona y el Instituto de Neurociencias de la UB (UBNEuro) y CIBERNED (Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas).
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