Un único biomarcador podría indicar con precisión la presencia de una neurodegeneración subyacente en personas con problemas cognitivos, según un estudio dirigido por el King’s College de Londres (Reino Unido) en colaboración con la Universidad de Lund (Suecia).
La investigación llevada a cabo sobre más de 3.000 personas refleja que los niveles en sangre de una proteína llamada cadena ligera de neurofilamentos (NfL) pueden identificar a quienes podrían padecer enfermedades neurodegenerativas como la Esclerosis Lateral Amiotrófica, el Síndrome de Down y la Demencia Frontotemporal, cuando los síntomas clínicos no son definitivos.
A través de un análisis de sangre en un entorno de atención primaria se podría conocer esta información gracias al conjunto de niveles de corte de NfL relacionados con la edad que ha fijado esta investigación. Estos puntos de corte basado en los años del paciente tuvieron una precisión del 90 por ciento para destacar la neurodegeneración en los mayores de 65 años y del 100% para detectar la enfermedad de la neurona motora y la demencia por Síndrome de Down en las muestras del King’s College London, con un resultado muy similar en las muestras de Lund.
“En el caso de las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, el Parkinson o la enfermedad de la neurona motora, sería muy útil disponer de un análisis de sangre que permitiera un diagnóstico precoz y nos ayudara a controlar la progresión de la enfermedad y la respuesta al tratamiento. La cadena ligera de neurofilamentos es un biomarcador prometedor que podría acelerar el diagnóstico de las enfermedades neurodegenerativas y acortar los ensayos clínicos”, detalla uno de los autores, el profesor Ammar Al-Chalabi.
El estudio demostró que las concentraciones en sangre de NfL eran más elevadas en todos los trastornos neurodegenerativos en comparación con las personas sin problemas cognitivos, siendo las más elevadas en las personas con ELA, Síndrome de Down o Demencia Frontotemporal.
La NfL basada en la sangre no puede especificar cuál es el trastorno en sí, pero puede proporcionar información sobre los diferentes grupos dentro de ciertos trastornos. Por ejemplo, en los enfermos de Parkinson, una concentración elevada de NfL indicaba un trastorno de Parkinson atípico, y en los pacientes con Síndrome de Down, los niveles de NfL diferenciaban entre los que tenían y los que no tenían demencia.
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