Un equipo de la Universidad de Harvard, apoyado por el Hospital de Massachusetts, ha probado un brazo robótico para que los enfermos con ELA puedan suplir las carencias musculares de movimiento y, de esta forma, sigan manteniendo esos movimientos que se pierden en los primeros estadios de la enfermedad.
El dispositivo, creado por la universidad americana, tiene la característica de ser ligero, cómodo y transportable.
Y tiene el objetivo de que los enfermos de ELA u otras enfermedades neurodegenerativas puedan desarrollar tareas sencillas y tener algo más de independencia, así no tienen que depender de una tercera persona o cuidador para algunas funciones del día a día.
Este brazo se controla mediante información cinemática y se estudia que en un futuro puedan incluirse señales cerebrales para que se amplíen las posibilidades de movimiento para el enfermo.
En palabras de Tommaso Proietti, bioingeniero de la Universidad de Harvard y uno de los autores del proyecto, gracias a este brazo robótico “podemos ayudar a las personas que padecen ELA a disminuir la pérdida del control motor de las extremidades superiores compensándolo con el apoyo de un robot portátil”.
Este proyecto tecnológico ha sido probado en una decena de pacientes con ELA y los resultados se han publicado en la revista Science Translational Medicine.
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