Los expertos destacan el trabajo tan fundamental que realiza la tecnología mejorando la calidad de vida de las personas con discapacidad. Un papel muy importante si tenemos en cuenta que aproximadamente un 15% de la población mundial tiene discapacidad.
Dentro de las diversas ramas que ofrece la tecnología, una de las que más potencial ofrece para crear un futuro mejor para la sociedad es la neurotecnología.
Según señala Baufest, consultora internacional que desarrolla soluciones tecnológicas responsables, existen muchas aplicaciones que no son todo lo accesibles que podrían llegar a ser. El desarrollo de este campo permitiría encontrar soluciones que incrementen las capacidades de las personas y mejoren sus vidas.
Desde esta perspectiva, adquiere mucha relevancia la conocida como neuroaccesibilidad que hace referencia a tecnologías que extraen información de cualquier canal posible de una persona para poder establecer una interfaz de comunicación bidireccional.
Lo que se busca es extraer las señales del cerebro –con el consentimiento de la persona- que acto seguido se utilizarán para dar una orden al ordenador o controlar una herramienta o utilidad digital.
De esta forma se pueden cubrir las necesidades de una persona, tanto de forma temporal como permanente, afectando a multitud de factores físicos o mentales.
Dentro de la neuroaccesibilidad, uno de los campos más importantes es el de las interfaces cerebro-máquina (brain computer interface). Su objetivo es dar una alternativa de comunicación a personas afectadas por enfermedades neurodegenerativas.
Con este sistema se extraen las señales que vienen del sistema nervioso central, se procesan y, a través de la inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático (ML), se decodifica la información inherente que está detrás de esas señales. Estas herramientas permiten mover una silla de ruedas, usar un ratón de un ordenador, etc.
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