El Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, liderado por Pablo Bustinduy, ha dado un paso significativo en la atención sanitaria a los pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA) con la firma de dos convenios, uno con el Gobierno Principado de Asturias y otro con la Junta de Extremadura, para la puesta en marcha dos centros públicos especializados en la atención a estas personas en Oviedo y Cáceres, respectivamente. Esta iniciativa, parte del Plan Europeo de Recuperación, Transformación y Resiliencia, se financia con una inversión de 4,5 millones de euros, destinados a transformar y equipar el Antiguo Materno Infantil de Oviedo y el Residencial Cervantes de Cáceres en instalaciones de vanguardia para la atención de la ELA.

El centro de Oviedo, con una inversión de dos millones quinientos mil euros, se enfocará en la atención continuada de pacientes de ELA en fase avanzada. Se adecuarán 15 plazas para ofrecer cuidados intensivos y personalizados, en un entorno que promueve la dignidad y el confort del paciente. Además, el Gobierno del Principado de Asturias ha comprometido más de 1,2 millones de euros adicionales para cubrir los gastos de personal, mantenimiento y suministros, asegurando así la sostenibilidad del centro.

Por otro lado, el centro de Cáceres, con un presupuesto de dos millones seiscientos mil euros, busca ser un refugio y un hogar para los pacientes de ELA. Con 30 habitaciones adaptadas y equipadas con todas las facilidades necesarias, incluyendo baños geriátricos y terrazas accesibles, el centro proporcionará un cuidado integral en un ambiente que imita la calidez de un hogar. La Junta de Extremadura, en colaboración con el Ministerio, ha diseñado este centro para ofrecer no solo asistencia médica, sino también apoyo emocional y social a los enfermos y sus familias.

Ambos centros no solo marcan un avance en la atención especializada a los pacientes de ELA y su entorno más cercano, sino que también establecen un modelo para futuros proyectos en otras comunidades autónomas. Además de ofrecer servicios de cuidados asistenciales y clínicos, los centros servirán como plataformas para el desarrollo de mejores prácticas y estrategias en la lucha contra la ELA.