Pacientes de 25 años con ELA están participando en un ensayo clínico global de fase 3 con un fármaco experimental, llamado informalmente jacifusen, probado por primera vez en el Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia.
Un estudio previo encontró que este fármaco reducía los niveles de FUS, proteína tóxica en las neuronas de la mujer y en ratones con la enfermedad. Ahora este ensayo clínico servirá para determinar si el medicamento puede retrasar o no la progresión de la enfermedad.
Jacifusen recibe su nombre de Jaci Hermstad, la primera persona a la que se le administró. Hace varios años, los científicos descubrieron que la mayoría de los adolescentes y adultos jóvenes con ELA tienen mutaciones en un gen llamado FUS.
Gracias a varios estudios previos basados en una serie de modelos de ratones con mutaciones de FUS relacionadas con ELA, Shneider, líder de este estudio, descubrió que la proteína FUS mutante es tóxica para las neuronas motoras. Esto sugiere que reducir los niveles de esta proteína, silenciando el gen que la produce, puede proteger las neuronas en pacientes con ELA con la mutación.
La búsqueda de un fármaco que detuviera la producción de esta proteína condujo a la identificación de ION363, un compuesto capaz de reducir efectivamente los niveles de FUS en el cerebro y la médula espinal de los ratones llegando a prevenir la aparición de la enfermedad en el animal.
En una nueva investigación, Shneider encontró que una sola administración de jacifusen en un modelo de ratón recién nacido, silenció efectivamente el gen FUS, redujo los niveles de proteína FUS en el cerebro y la médula espinal y retrasó el desarrollo motor neurodegenerativo en los ratones, sin efectos secundarios aparentes.
Estos hallazgos, junto con los signos alentadores de otros 10 pacientes que recibieron jacifusen bajo el programa de uso compasivo, abrieron las puertas al ensayo clínico de fase 3.
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